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      Una de las formas más crueles e incapacitantes para el ser humano de violencia psicológica es la denominada violencia perversa. Aquí hay una victima y un agresor/a definidos, que no llegan a esa situación por la dinámica de la relación sino porque uno de ellos, que funciona como agresor/a tiene como objetivo destruir o anular al otro/a para sentirse omnipotente.

Es una forma de destrucción psicológica constante y sutil que produce en la victima tal efecto de grado de confusión mental que no se siente capaz de discriminar si esta siendo realmente atacada por el agresor/a o si la sensación de descontrol en su vida y el acoso que a menudo experimenta es real o producto de su propio desequilibrio psicológico. Por tanto se siente incapaz de reaccionar y mucho menos de tomar decisiones.

En este tipo de violencia, no se producen gritos ni golpes por parte del maltratador/a sino que se sucede de manera lenta, socavada y no deja huellas físicas, sin embargo, las consecuencias psicológicas para la victima son terribles.

 ¿Se superan los efectos psicológicos? 

En la mayoría de los casos suele ser difícil demostrar este tipo de violencia puesto que no deja evidencias,  la persona no es totalmente consciente del ataque que sufre por ello, además los efectos psicológicos hacen que sea casi imposible escapar y pedir ayuda. A veces en muchos casos de depresión, ansiedad o trastornos psicosomáticos se pueden encubrir una situación de violencia perversa.

No se produce solamente en el ámbito de las relaciones amorosas sino que también pueden presentarse en el ámbito del trabajo, estudios, familia.

El apoyo y la ayuda psicológica es vital para que en la víctima se eliminen los efectos psicológicos, tome una plena conciencia y  pueda salir de esa situación, así como de superar las consecuencias psicológicas que le ha producido. La ayuda profesional es fundamental para que logre el equilibrio emocional y se sienta mejor ya que es muy complicado que por sí mismo/a  pueda superar las diversas consecuencias psicológicas derivadas de este tipo de maltrato.

Puedes conseguirlo como meta hacia tu valoración personal.

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               Los síntomas de ansiedad se manifiestan como un incremento del sentimiento de temor y tensión emocional que va a acompañada de sintomatología somática que afecta de manera intensa a la salud de la persona. A veces, aparece en la persona simplemente cuando esta se imagina que una situación negativa y de temor a la que tiene que enfrentarse puede ocurrir de manera catastrófica de hecho, la persona puede incluso llegar a renunciar  a afrontar este tipo de situaciones.

Los niveles de ansiedad están presentes en la mayoría de las personas en un momento determinado de su vida es decir, es un mecanismo normal, adaptativo y universal que tenemos las personas, sin embargo, es necesario resaltar que cuando se sobrepasan determinados niveles de ansiedad y se superan los límites de temor o de negatividad se incrementa y se convierte en un problema de salud evidente que impide el bienestar de la persona e interfiere notablemente en sus actividades sociales, laborales o intelectuales.

¿como se puede controlar la ansiedad?

Si la persona es propensa a que se incrementen los niveles de ansiedad bien porque padece una enfermedad médica o bien porque tiene altos indices de nerviosismo, es conveniente adoptar una vida tranquila con técnicas de relajación e incorporar en su rutina diaria hábitos como el deporte que sus efectos ayudan a reducir los síntomas de tensión.

¿ y sino se puede controlar la ansiedad?

Cuando los niveles de ansiedad han desbordado psicológicamente a la persona lo mejor es solicitar ayuda profesional para reducir la ansiedad psicológica para que la persona desarrolle su vida con normalidad, es conveniente resaltar que con la terapia psicológica se ayuda al cerebro a que se equilibren los niveles de ansiedad psicológica y al mismo tiempo hace que se reduzca el indicio de la aparición de otros problemas psicológicos.

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